Impresión digital y serigrafía son dos técnicas bien diferentes, tanto en resultado como costes ¿Cual es más barata? ¿Cual da mejor calidad? ¿Aún no tienes claro que te interesa más?
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¿Voy a necesitar pocas o muchas unidades?
Esa el la pregunta que debes hacerte para elegir correctamente. La serigrafía en carteles de publicidad, implica una serie de costes iniciales que encarecen la puesta en marcha de máquinas, y esos costes no existen en impresión digital. Por lo que si vas a pedir pocas unidades la impresión digital suele ser más ventajosa. Además permite imprimir a todo color.
Costes por unidad, no es oro todo lo que reluce
¿Entonces por que no es ideal la impresión digital? Pues resulta que el coste por unidad de esta técnica es mucho más elevado que el de la serigrafía. Puede parecer que nos estamos contradiciendo pero no es así. La serigrafía es cara de inicio por los costes de fabricación de fotolitos y pantallas (también llamados costes de puesta en marcha), que son las matrices para la estampación en cada color usado, pero una vez asumidos, cada impresión es drásticamente más barata que en impresión directa.
¿Cuando la serigrafía se convierte en un win-win?
Existe un punto en el que la barrera entre serigrafía e impresión digital se diluye: con una cantidad de unidades elevada, la serigrafía, incluso con varias pantallas resulta mucho más económica que la impresión digital y sin embargo no tiene limitaciones de color ya que permite la cuatricromía, gracias al uso de tramas (en este artículo del blog de ecoimpresion te explicamos que son las tramas)
Además no debemos olvidar que con su proceso de curado de tintas, la serigrafía ofrece una alta resistencia al paso del tiempo, lo que supone un añadido no desdeñable.
Eso sí, la inversión total será bastante elevada. De ese modo el coste por unidad compensa los costes de fotolitos y pantallas. Si te preguntas ahora de que cantidades estamos hablando, nos queda comentar que también depende del tamaño deseado. Cantidad, tamaño, número de tintas… En realidad son muchos factores los que influyen, por lo que lo mejor es partir de la necesidad (Que material, que cantidad, con cuantos colores y a que tamaño), y una vez definida, pedir presupuesto en ambas técnicas, comparar y decidir entonces.