Las musas vuelan, vienen, van y, en definitiva, son escurridizas para quien no esté acostumbrado a lidiar con ellas a diario.
Pero hay formas de conseguir ser creativo y no verse enfrentado al síndrome de la página en blanco (agobio, falta de ideas…) Te las decimos aquí…
Tabla de contenidos
1- Sé curioso
Toma un momento para curiosear por internet, anota las preguntas que te vienen en mente al saber de un proyecto, haz tu mini-encuesta buscando respuestas entre los que te rodean.
Empatiza con tu cliente, o con el tema que trates, abórdalo bajo varios prismas, cambiando de punto de vista, ve a la raíz, entiéndelo como un niño para ir a su esencia y plantearte las preguntas correctas.
2- Aprende
Esta sugerencia viene directamente ligada a la anterior ¿Tienes que hacer un trabajo sobre automoción? Compra 5 revistas, ve a un concesionario, haz un curso de conducción…
Tienes que diseñar la etiqueta de una botella de vino, ve a una bodega, lee sobre enología… y en resumen conviértete en un experto en lo que has de tratar.
Saber sobre una materia de abre la mente, multiplica tus opciones y te indica una multitud de caminos a seguir.
3- Haz brainstorming
En mi caso uso esta herramienta en el 100% de los namings que me piden.
Y en cuanto más diverso sea el grupo, mejor. Si no tienes experiencia igual te costará un poco al principio pero en mi caso el truco está en conseguir un ambiente relajado y de confianza, prometiendo no dejar de lado ninguna idea para obtener verdadero petróleo.
Y claro, escuchar. Hay que estar muy atento para no perder LA idea.
4- Disfruta
No siempre es posible ver un proyecto creativo como la quintaesencia de lo que a uno le apetece hacer, pero si hay siempre alguna manera de vincularlo con los gustos de uno. Si la conexión es total, mejor, si no, se busca o se crea.
Disfrutar es ilusionarse, es tomar partido, es implicarse. Esto vacía y es más complicado pero también mucho más gratificante.
5- No te quedes clavado frente a la pantalla esperando a que vuelva la inspiración
A veces cambiar de lugar y volver a descubrir el mundo que te rodea es la mejor manera. Bajo el prisma de la curiosidad y la creatividad se ven las cosas de forma muy diferente y suele ser muy productivo.
Lee, observa, ve, descubre.
Esta indicación te la ponemos la última por que tampoco es plan que estés continuamente dando vueltas por ahí, pero es un remedio muy muy eficaz.
¡Adelante!