Un pequeño detalle puede dar a tu campaña publicitaria el empujón definitivo…
Este sábado mientras visitaba un establecimiento comercial en el que vendían artículos de perfumería me llamó la atención un detalle:
El probador de perfume (esa tira de papel que nos dan para pulverizar el perfume cuyo aroma deseamos conocer) de la marca Elixir by Shakira, llevaba en uno de los extremos una parte de la imagen gráfica utilizada en la presentación del producto y el logotipo.
Habitualmente esos probadores suelen ser blancos y se utilizan indistintamente para cualquier marca que se vende en la perfumería.
¿Porqué, entonces, han decidido asumir un coste adicional de diseño, impresión y troquelado para esa pieza?
En principio puede parecer un elemento sin importancia, pero cuando yo acudo a una perfumería a comprar un perfume sin llevar un objetivo determinado.
No acostumbro a probar sólo uno sino varios; si lo hago sobre una tira de papel en blanco, al final me resultará difícil identificar cual era cada uno de ellos y casi con toda seguridad me quedaré con alguno de los que he probado al final porque su aroma es el que está más reciente en mi memoria.
Si por el contrario yo tengo en la mano una tira que visualmente me recuerda de forma clara la marca probada, en este caso Elixir by Shakira, me será muy fácil volver a ella una y otra vez y si su aroma está entre los que me gustan, optaré por él, porque lo tengo claramente identificado.
Del mismo modo si yo no he entrado en el establecimiento con idea de comprar y una vendedora me ofrece un probador con una marca de perfume nueva, es posible que de forma mecánica lo guarde en el bolso y continúe sin prestarle mayor atención.
Al llegar a casa encontraré el probador en el bolso y si éste es blanco seguramente lo tiraré porque, aunque me guste su aroma.
Es probable que no recuerde la marca que me ofrecían; pero si por el contrario el diseño y el logotipo me indican de qué marca se trata, existen muchas más posibilidades de que lo guarde y lo recupere en el futuro, cuando sí desee comprar un perfume.
El esfuerzo por cuidar el diseño en una pieza aparentemente secundaria ha resultado ser eficaz, ha ayudado a que un nuevo cliente elija su marca y no la de la competencia.
¡Cuida los detalles! de ello puede depender que tu campaña publicitaria sea un éxito.