Una buena planificación en la comunicación de tu empresa es fundamental a la hora de aumentar su efectividad y sobre todo, con la que está cayendo, de reducir costes…
La semana que viene llega el día de todos los santos y con ello el cada vez más instaurado «Halloween».
Bien sea con chucherías o unos más clásicos y deliciosos tostones es una fecha señalada de nuestro calendario.
Ahora una duda. Que levante la mano quien esté pensando en este preciso instante que podría llevar a cabo algún tipo de acción relacionado con esta fecha.
Y normalmente, lo siguiente que se suele pensar es que ya es tarde… o recurrir a algo trillado pero fácilmente realizable (disfraces, decoraciones y adornos de chino o supermercado…) Si es así, mi consejo es guardar la cartera y centrarse en el siguiente evento.
Tabla de contenidos
Planificar para hallowen es beneficiarse de muchas ventajas.
Mayor efectividad:
Hay dos factores que aumentan exponencialmente la efectividad de tu comunicación si es el fruto de una planificación meticulosa.
El primero es una cuestión de simple lógica. Planificar es prever, y prever implica que no hagas caso omiso de cosas que podrías omitir en el caso contrario, o dicho de otra manera implica que tengas en cuenta una mayoría de factores que pueden ser clave a la hora de comunicar.
Qué canales usar, como llegar a la gente… Todo esto bien planteado a un año vista y verás la diferencia.
El segundo tiene que ver con la creatividad. Pensar, dar un tiempo a las cosas para madurarlas y desarrollarlas te asegura una mayor creatividad al poder afinar bien tus campañas.
Mayor ahorro:
El estado actual de la economía implica tener un férreo control de los gastos y una buena planificación también permitira que ese control no derive en la inversión cer (no gasto, luego ahorro) que a largo plazo es pan para hoy y hambre para mañana.
Lo que hay que buscar es el máximo impacto con la inversión de la que se pueda disponer.
Si esta es limitada, eso no implica que sea nula y el objetivo es hacer de cada euro disponible un uso optimizado.
Para ello la planificación también es fundamental. Con un buen control y un buen desarrollo, y como decíamos, planificada a año vista, podemos saber qué decir, cómo decirlo, y con qué medios. Eso permite evitar sorpresas o cancelaciones de última hora por falta de presupuesto.
Usando como ejemplo las lonas de ecoimpresión, si tenemos un local con un mural en el que plasmar cada evento que queramos señalar, una buena planificación asegurará tener el mejor precio, un gasto controlado, y para el cliente un hábito en su negocio de confianza que le incitará a descubrir cada una de las nuevas campañas creando un vínculo de complicidad.
¿Me olvido de más razones de peso?
Seguro que las hay pero lo que tengo claro es que con estas yo ya estoy convencido de la importancia de bien planificar la comunicación de mi negocio. Si se te ocurre alguna más te invito a que la compartas con todos nosotros.