Hay tendencias, mejoras, cambios y de tanto en cuando llegan revoluciones. Y parece que se avecina una de gran calado.
Las tendencias nos lo han ido intuyendo para ello debemos retroceder al año 2005, cuando 4 amigos amantes de la artesanía crean una web dónde compartir sus creaciones con la gente en tiendas integradas en un portal de venta.
Nace la archifamosa Etsy y ocho años más tarde es la plataforma de artesanía online más famosa del mundo.
Otra tendencia muy potente es el exponencial desarrollo de la tecnología de impresión 3D. Hemos pasado de los primeros prototipos de impresora a versiones low cost disponibles online en muy pocos años, acercando al gran publico la capacidad de producir desde casa.
Y esta es la revolución:
El proceso de producción industrial para permitir al creador poner en venta sus productos era, hasta hace poco el de la ideación, desarrollo, fabricación, producción y puesta en venta, proceso que en su parte de desarrollo y puesta en venta obligaba a una inversión altísima que proporcionaba un embudo difícil de superar para la mayoría y con el nuevo modelo, este se ha volatilizado, literalmente.
Con una inversión mínima y sin conocimientos técnicos específicos, cualquiera puede llevar a cabo el proceso completo de puesta en venta de un producto. El proceso es el mismo, pero totalmente reinventado. Ya no hay que hacer cientos de miles. Desde casa se idea, desarrolla, fabrica y pone en venta.
¿Que unos pocos miles de euros pueden ser aún la barrera a franquear?
Las plataformas de crowdfunding son la clave. Todos los ingredientes existen, están servidos y perfectamente rodados… salvo en el caso de la impresión 3D que aún sigue creciendo pero ya permite hacer mucho… en el caso de necesitarla.
Las tecnologías del «homemade» crecen a pasos agigantados y las impresoras directas a la prenda (textil), y demás también son perfeccionadas año tras año.
Esto implica una permeabilidad y densificación del mercado, suceptible de dar paso a «success stories» fulgurantes.
¿Y tú, tienes una idea?