Al menos así reza en la web de FESPA, el reconocido portal de impresión que explica que el perfeccionamiento de esta técnica ha llevado la impresión digital a niveles de calidad similares a los de la estampación serigráfica, abaratando los costes por producción.
¿Esto que significa?
Pongamos el ejemplo de la alta costura. Obtener estampados serigráficos para prendas editadas en cantidades ínfimas multiplicaba los costes y reducía drásticamente la viabilidad de muchas prendas y acabados.
La impresión digital rompe esa barrera, abriendo las puertas de la creatividad absoluta.
De ese modo, empresas que invierten actualmente en maquinaria de impresión digital de calidad y con una buena dosis de «know how» para ofrecer estos acabados en todo tipo de tejidos pueden abrirse las puertas de cientos de clientes deseosos de acceder a ellos.
La proliferación de tiendas de camisetas personalizadas en internet no es ajena a este fenómeno. Desde los tiempos de threadless.com a principios del nuevo siglo hasta hoy la impresión digital ha tenido mucho que ver en el crecimiento exponencial de webs en las que, a cambio de un porcentaje sobre las ventas, miles de ilustradores envían sus creaciones que se verán puestas a la venta durante un tiempo limitado.
El futuro
Confiando en las palabras de FESPA, el mercado que se ha conformado y crece ante nuestros ojos se consolidará como el mayor en el mundo de la impresión en los meses venideros. Los primeros serán (¿Son?) los mejor servidos, aunque… siempre hay sitio para la competencia. ¿No?