Leo esta mañana que el Grupo Unidad editorial ha decidido limitar el uso de las redes sociales a sus empleados…
Por lo visto, quieren así poder controlar la circulación de noticias, poder contrastar su fiabilidad, mantener las líneas editoriales de cada cabecera y, claro está, limitar su uso a fines profesionales durante el horario de trabajo.
La noticia, saliendo del debate de si usar o no las redes en el trabajo (hablamos de un grupo de comunicación que necesita de ellas) sí nos habla de su buen uso y de la necesidad, para aquel macrogrupo de comunicación, de la creación de una carta que recoja cada una de las implicaciones, posibilidades de las redes sociales.
Aplicado a nuestro negocio, esta noticia nos lleva a apuntar tres reflexiones:
– Desarrollar un marco clara y conciso del uso de las redes sociales en el trabajo que recoja los diferentes de usos profesionales y personales de esa infinita cantidad de medios existentes.
– Planificar nuestra propia estrategia en las redes para poder observar y valorar la consecución de objetivos, como el número de seguidores, la calidad de nuestras comunicaciones o la valoración de los usuarios.
– Los medios a los que tenemos acceso, internet y las redes sociales van configurando muy rápidamente un panorama totalmente nuevo e imprescindible de nuestro entorno, y su integración.
Obviamente no se podrá llevar a cabo sin roces y platos rotos debe ser un objetivo prioritario para cualquier empresa que busque mantener un perfil actualizxado y competitivo. Para ello un punto de vista abierto, conciliador, integrador será un gran punto de partida para asegurarse una presencia fuerte y que dé frutos en las redes sociales.