Para ello te ofrecemos este listado de malas praxis con tu smartphone: Te explicamos aquí una série de malos hábitos en los que todos caemos en mayor o menor medida.
Tabla de contenidos
Estar ausente constantemente:
Aquí hablamos de esa persona que en una reunión desaparece, eclpsada por la pantalla de su dispositivo, interactuando con las personas a distancia antes que con las que tiene delante. Probablemente sea el mal comportamiento más habitual. Esto puede ser episódico.
Diagnóstico: Para hacérselo mirar o tomar medidas rápidamente.
Ser un caradura:
Suma al perfil anterior, el haber sido quien ha organizado la reunión y ahora no le hace caso a nadie, más que para decir a los demás participantes que miren lo que el ve en su pantalla.
Diagnóstico: Patológico. De curación casi imposible. Mejor evitar estos usuarios.
Ser un jugón:
¿Tienes la memoria del smartphone copada por todas las versiones de Candy Crush, Angry Birds, Farmville y Bubble Witch, y no obstante compruebas cada semana que no haya un nuevo lanzamiento en APP de juegos? ¿has llegado a pagar por tener más vidas?
Diagnóstico: Enhorabuena, eres oficialmente un viciado de los juegos en el móvil. Te va a costar desengancharte.
Ser gramáticalmente incorrecto:
Existe 1 tipo d usuario q para ganar tiempo eskribe usando abreviaturas constantemente. Lo malo es q ya lo aplica para todo y en breve los emails d kurro seguiran el mismo tratamiento, ya q l kuesta leer na q no vaya eskrito asi.
Diagnóstico: Coge un bolígrafo y escribe una redacción de 1000 palabras. Igual te cuesta y todo.
Ser un hater:
Un hater es el que lo odia todo. A primera vista no parece ofensivo, solo cabreado por un evento en concreto o una actitud. Pero te vas fiajndo en que todas sus publicaciones son siempre por que algo no le parece correcto o le enfada. A veces hasta las cosa más insignificante. Mal rollo, mal karma.
Diagnóstico: Vas a tener que aprender a canalizar toda esa rabia…
Ir de estrella de las redes:
Esto está bien, esto está mal. La estrella alecciona, marca tendencia, y mueve masas. Si esto último no es correcto, es que el usuario va de estrella y lo más probable es que nadie le haga caso.
Diagnóstico: Pon una publicación en facebook retando a todos a que te digan sinceramente que piensan de ti, la cura de humildad puede ser intensa.
Fotografiar todo lo que comes:
El hashtago #foodporn es a Instagram lo que el pan es a un bocadillo de calamares. Empezó como una moda en la que uno mostraba las exquisiteces que descubría en sus aventuras culinarias y ha pasado hasta a ser la foto de un donut mordido, o un cuenco de patatas fritas. Y a nadie le importa eso.
Diagnóstico: Antes de hacer una foto a lo que vas a comer, piensa si subirías esa misma foto despues de haber comido como si no existiese un mañana.
Un selfie (o más) al día es demasiado:
Este va un poco ligado al que va de estrella de las redes. El narcisismo exacerbado está mal visto. Y la duck face ya cansa. Si por encima este usuario no puede pasar un día sin publicar un nuevo selfie, cada vez desde sitios más insignificantes, es que ha entrado en una espeiral de fatuidad sin fin.
Diagnóstico: Eres un adicto a ti mismo. Enhorabuena, un móvil con espejo es la solución a tu mal.