A la hora de planificar una campaña, bien sea para medios online o impresos, teniendo claros los gastos que esto implica a nivel de materiales y horas invertidas, resulta imprescindible tener claro un punto primordial, el del diseño…
Tenemos clara la necesidad, ya que queremos dar a conocer un servicio, un producto y empezamos el proceso, incluso empezamos con una buena idea.
¿Cómo valorarla? ¿Desarrollarla? ¿Plasmarla?
Para todo esto están los equipos creativos, que van a desarrollar esta idea hasta transformarla en un concepto tangible, viable, práctico y lo transmiten a los diseñadores gráficos, los encargados de plasmarla de forma visual. Me gusta comparar este proceso con una imagen sencilla que creo evocadora, os la adjunto a continuación:
Cada una de las fases y procesos que aquí resumimos supone dar más fuerza a la idea de base que, aún y con eso permanece en el corazón de todo. Y aunque resulte un poco reductor reducir el papel del diseño en un bonito envoltorio, lo que sí tenemos claro es que se ha pensado como una parte del proceso que ha tenido en cuenta cada una de las fases de desarrollo de la idea, reflejando y enfatizando sus aspectos más destacados y, claro está, trascendiendo su función estética.
Por eso un equipo de diseño que base sus valores a nivel laboral en conceptos como la empatía, la escucha, la sensibilidad, la curiosidad, la creatividad y el trabajo supone un impulso esencial a una buena idea, y una parte esencial del desarrollo de toda campaña publicitaria, e incluso, hablando de diseño en su sentido más amplio, de todo proceso de trabajo.